El agua es un recurso sumamente amenazado por el crecimiento demográfico, la demanda en aumento para los sectores agrícola e industrial, y los efectos del cambio climático. Efectos que a medida pasa el tiempo, agudizan aún más la situación de este elemento vital para nuestra existencia, al punto que incluso es observado muy de cerca por corredores de bolsa en Wall Street y alrededor del mundo.
Un recurso que es celebrado cada 22 de marzo desde 1993 por la ONU, para destacar su importancia y concienciar respecto a la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera responsable y que permita alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible n° 6 para las Naciones Unidas y que es poder alcanzar niveles de agua y saneamiento para todos el mundo antes de 2030.
Una tarea muy difícil y que como detalla la ONU, este 2022, el foco de atención se centra en las aguas subterráneas. Aguas que describen como invisibles, que se encuentran en acuíferos bajo tierra como formaciones de rocas, o arenas y gravas con cantidades importantes de agua y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.
Pero la sobreexplotación agrícola y forestal, su mal uso y falta de ahorro en las sociedad contemporánea que vive el día a día, como la contaminación que actualmente la acechan, son parte de un problema que finalmente puede desembocar en el agotamiento del recurso y el encarecimiento de su tratamiento, su regeneración y hasta la paralización de su uso.
Cabe destacar además que hoy en día 3 de cada 10 personas carecen de acceso a servicios de agua potable seguros y 6 de cada 10 carecen de acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura. Además cerca del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación y; aproximadamente el 70% de todas las aguas extraídas de los ríos, lagos y acuíferos se utilizan para el riego.
Pero como sabemos, la vida no sería posible sin ella y en un mundo en donde la mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.
Por ello, la consigna año a año es reivindicar el estudio, la educación, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible para sobrevivir al cambio climático y satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento.
Imágenes de Getty Images.
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